Muchas veces los psicomotricistas nos preguntamos por esta cuestión ya que en la sala de psicomotricidad siempre aparece la transformación en los niños, favoreciendo su desarrollo psicológico y atenuando ciertas dificultades.
Según Bernard Aucouturier (Seminario en Bergara, 2001): “La Práctica Psicomotriz Educativa tiene un vector terapéutico que no es terapia. ¿Qué quiere decir un vector terapéutico?. Quiere decir que favoreciendo la dimensión simbólica en un fondo de placer, ayudamos al niño a atenuar sus angustias. Favoreciendo la comunicación, la descentración y la creación, ayudamos al niño a atenuar sus angustias. Definitivamente nunca se trabaja sobre las angustias, incluso en terapia tampoco. Se trabaja sobre el proceso de ayuda para superar las angustias”.
En el libro “Los fantasmas de acción y la práctica psicomotriz” Bernard Aucouturier (2004) vuelve a hablar de estos tres conceptos básicos, comunicación, creación y pensamiento, que son la base de la Práctica Psicomotriz Educativa.
Por ello, los psicomotricistas hablamos de lo preventivo de la psicomotricidad y abogamos porque cada vez más escuelas tengan en su curriculum de infantil y del primer ciclo de primaria sesiones de psicomotricidad con profesionales especialistas en esta área.
Un niño que juega con placer es un niño que comunica, que crea y que piensa. Ese placer abre al niño al mundo exterior, al espacio, a los objetos y al mundo de los otros. Mientras que el displacer cierra al niño y sobre todo cierra a la relación con los demás. Será un niño que no juega, porque toda actividad lúdica supone una dimensión de placer que le abre a “lo otro”.
Cuando ese displacer, malestar y sufrimiento lo observamos en la expresividad psicomotriz de los niños a través de síntomas tales como hipotonía, hipertonía, hipermotriciad, inhibición, aislamiento, impulsividad, … o llegan a nosotros con los diferentes diagnósticos de patología infantil (TEA, TGD, TDA, TDAH, autismo, enuresis. encopresis, …) intervenimos a través de la Terapia Psicomotriz.
Volviendo a las palabras de Bernard Aucouturier “El objetivo específico de la ayuda psicomotriz individual consistirá en restaurar, o instaurar, el vínculo somato-psíquico para atenuar los trastornos de la expresividad motriz del niño y permitirle pensar en acción”.
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